El tema se repite año a año en la temporada de verano, pero no por remanido pierde entidad, por el contrario, invita a debatir sobre la realidad turística de Gualeguaychú aún en plena temporada.
Gualeguaychú tiene un plus en el Carnaval del País que no cuentan las otras ciudades de la provincia. Pero es bueno preguntarse si desde los organismos oficiales y desde el sector privado se trabaja en virtud de potenciar a la ciudad turísticamente o bien se descansa en las bondades del Carnaval y se trabaja solamente para los meses llamados fuertes, como lo son enero y febrero, sin importar en lo que pasa durante todo el año. Hay dos o tres puntos interesantes en los que puede apoyarse el debate. Por ejemplo, la promoción turística de la ciudad en los medios importantes de llegada nacional, donde Gualeguaychú pocas veces aparece como parte de un proyecto de promoción de la ciudad y solamente son emprendimientos privados los que invierten en publicidad. Sin embargo, aún con menos bondades y atractivos para el turista, hay ciudades entrerrianas que entienden de la importancia de la publicidad y la hacen, tomando como una inversión que se recuperará con la llegada de gente a la ciudad. Otro tema que debe replantearse en Gualeguaychú, si se quiere llegar a ser verdaderamente una ciudad turística, es el horario de cierre de los comercios céntricos durante la alta temporada. En Gualeguaychú es prácticamente imposible encontrar un comercio que no sea del rubro gastronómico abierto más allá de las 21 horas, lo que genera complicaciones a aquellos visitantes que deseen hacer compras en su paseo nocturno por la ciudad. Finalmente el tema de los precios debe abordarse de forma integral. Existen aquellos emprendimientos que trabajan con el turismo todo el año y no sienten la “necesidad” de aumentar en forma considerable los precios en verano, cosa que sucede con los comercios que abren solamente en la temporada, la mayoría de ellos dedicados al rubro gastronómico, que son los que normalmente cobran cifras exageradas por servicios apenas mediocres. El tema da para mucho más. Gualeguaychú ha crecido enormemente pero mantiene costumbres de otros tiempos en lo relacionado al turismo. La costumbre de cobrar precios exorbitantes en enero y febrero, con el falso concepto que “el turista paga cualquier cosa”, debe ser desterrado de las mentes de los prestadores turísticos. Si se hace docencia y se trabaja para tener una ciudad turística en forma integral, no una ciudad que reciba turismo empujada por el Carnaval, habremos dado pasos importantes.
GENTILEZA DIARIO EL ARGENTINO DE GUALEGUAYCHU
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