Lo que sucede fuera del Corsódromo, también es todo un atractivo para los visitantes. Decenas de puestos de artesanos del carnaval, exhiben en sus puestos tocados, espaldares para poder fotografiarse, o en el caso de los primeros, poder venderlos, y hay otros que ofrecen el maquillaje del Carnaval.
Al igual que los talleres del carnaval, estas personas trabajan todo el año en la confección de los suvenires, que luego serán comercializados a extranjeros o turistas de distintas ciudades del país. Raquel Martínez es una de las personas que todos los años, junto a su familia, diseñan y confeccionan los tocados que luego serán vendidos los sábados a la noche, mientras la gente comienza a hacer cola para ingresar al Corsódromo. “Comienzo a trabajar en el mes de abrir, para contar con unos 600 tocados para el arranque de la edición. Esto lleva una inversión importante, en alambre, gomaespuma, plumas y tiempo”, dijo. “Lo que se gana en la venta de los tocadas durante toda la temporada, hay que tratar de administrarlo bien, para que nos quede algo de ganancias y un margen para pode comprar los insumos para elaborar los tocados para el próximo verano”, indicó. El resto del año Raquel tiene un trabajo estable, pero siempre debe hacerse un lugar para dedicarse a sus artesanías.
GENTILEZA DIARIO EL ARGENTINO DE GUALEGUAYCHU
No hay comentarios:
Publicar un comentario