lunes, 7 de febrero de 2011

El Carnaval se muestra como el mejor espectáculo del verano argentino

El mes de febrero siempre fue considerado el “mes fuerte” para el Carnaval del País y la noche del sábado no hizo más que reafirmar ese concepto.

Fueron casi 26 mil personas las que ingresaron al Corsódromo y disfrutaron de un espectáculo sensacional, donde las tres comparsas que compiten por el título del presente año dieron claras muestras de su potencial, dejando abierta la posibilidad de una definición apasionante que recién se conocerá cuando se abran los sobres de los jurados actuantes noche a noche.
Hay detalles importantes a tener en cuenta, sobre todo en el plano organizativo, que sigue teniendo algunas falencias que a esta altura deberían haberse corregido. Se sabe que los accesos principales para el público son los del sector norte, ubicados sobre calles Maipú y Ayacucho, donde más del 80% de la gente accede al Corsódromo. Sin embargo, casi todas las noches se forman larguísimas colas que demoran el acceso del público. Es justo decir que el problema no es en el sistema de molinetes, sino en el vallado previo que se termina transformando en un “cuello de botella” que hace más lento el ingreso.
Otro tema que evidentemente no tiene solución es el horario de ingreso del público. El sábado eran las 23,30 y Marí Marí estaba el pleno desarrollo de su desfile cuando todavía ingresaba gente al Corsódromo. Aquí hay una cuestión de conciencia del espectador, que llega a cualquier hora y muchas veces se pierde parte del espectáculo, pero también se genera un importantísimo flujo de personas circulando en la zona posterior a las tribunas buscando su lugar.
Yendo a lo que pasó dentro de la pasarela, el desfile de Marí Marí, Ará Yeví y Kamarr no hizo más que ratificar el estupendo nivel artístico de la presente edición carnavalera. Cada comparsa tiene argumentos sumamente valederos para poder aspirar al título y ya no hay más nada que innovar. Como se dice en la jerga futbolera, “está toda la carne en el asador” y las tres comparsas irán por los puntos que los jurados estamparán en sus planillas para buscar el máximo galardón.
El nivel de vestuario es excelente, las carrozas magníficas, los trabajos musicales levantan a todos en el Corsódromo, las batucadas mejoran sus performances noche a noche y las reinas, pasistas y bastoneras derrochan belleza y simpatía a su paso. Una conjunción que es la envidia de cualquier espectáculo revisteril o teatral y que Gualeguaychú lo presenta noche a noche a un público masivo que, pese a otro año con una notoria falta de promoción en los medios de mayor llegada a nivel nacional, sigue llegando a la ciudad para disfrutar del mejor carnaval del país.

Lo bueno

- El respeto por los horarios. Pese a que había mucho público sin ingresar, antes de las 22 arrancó el espectáculo con el desfile de “Carnabailando” y los sponsors de la fiesta. Pasadas las 23, Marí Marí salió a escena y el espectáculo tuvo continuidad.

- La predisposición de parte de todos los integrantes de las comparsas para sacarse fotos con los espectadores, sin que estos deban ingresar a la pasarela. Salvo en la zona de jurados, donde los directores y asistentes son muy celosos en que no haya interrupciones en el desfile, en el resto del mismo los integrantes muestran una singular “buena onda”.

Lo malo

- El aumento en las cantinas en relación a semanas anteriores y la disparidad de precios que existe. Como ejemplo, en la cantina de la “Previa”, la cerveza costaba $ 16, en las cantinas ubicadas detrás de las tribunas valía $ 18 y en las cantinas del sector VIP $ 20.

- La determinación de la Comisión del Carnaval en no permitir el acceso a la pasarela a los fotógrafos denominados “Free Lance”. Un detalle que se hubiera podido solucionar con diálogo y apelando al sentido común, sobre todo si se tiene en cuenta que los fotógrafos “oficiales” de las comparsas pueden recorrer el circuito sin que nadie los controle.

Lo curioso

- No es la primera noche que ocurre, pero el Sector VIP, cuyos valores son más elevados que los otros sectores del Corsódromo, termina sien do el preferido de los espectadores, que colmaron sus ubicaciones. Es un lugar preferencial y la gente así lo entiende.

GENTILEZA DIARIO EL ARGENTINO DE GUALEGUAYCHU

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