Finalizada la temporada de verano, dirigentes de clubes, integrantes y directores de las comparsas, opinaron sobre las falencias del espectáculo. Además, acercaron propuestas para superar las dificultades.
Por Rubén Skubij/ Mónica Farabello/ Carlos Riera / Guillermo Navarro
El costo del carnaval y la necesidad de presentar un buen espectáculo son puntos que están relacionados en el Carnaval del País. En los últimos años los valores se han disparado en un alto porcentaje y los ingresos a dicho espectáculo no constituyen grandes modificaciones.
Ese es el tema de debate que enfrentan los dirigentes de las cinco instituciones propietarias de comparsas.
José Peverelli desde muy chico fue incorporando su amor por el Club Pescadores; primero ayudando, luego colaborador y hoy ejerciendo la presidencia, además de delegado ante la comisión central.
Afirmó a elDía que “el tema más sensible hoy en el carnaval es el costo, cómo armar una comparsa y montar una fiesta en la estructura del corsódromo. Todo está muy elevado para construirla y sacarla noche a noche en el circuito”.
Según su criterio “entre todos debemos encontrarle la vuelta, congelar los gastos, tratar de reducirlo y ver cómo optimizamos las variables”.
Acotó que año a año los costos “se elevan y mucho. En el noche a noche, O’Bahía le pagó a 195 personas incluyendo a artistas y trabajadores, rondando entre 70/80 mil pesos, esto es 800 mil pesos sólo para sacarla a la calle. A esto sumale el sonido general del corsódromo, Sadaic y otros puntos que abonamos entre las cinco entidades”.
Peverelli graficó el movimiento de dinero en la ciudad durante la temporada. “Se habla que del 8 al 11% de lo que ingresa queda para el carnaval. Supongamos que queden 180 millones de pesos en la ciudad, el 8 % es lo que generalmente recauda por todo concepto el espectáculo?
- ¿Ustedes consideran que ese gran porcentaje que viene es por el carnaval?
Creemos que el carnaval sirve más para la ciudad que para los organizadores, por supuesto que obtenemos en mayor o menor medida una ganancia por el esfuerzo que se hace en cada club; pero el mayor porcentaje de dinero, hablemos del 90 % es para la ciudad en general. El mayor negocio lo hace la ciudad.
“Migración de trabajadores”
En el ‘mundo carnaval’ está instalado “el trabajo atípico que se origina a su alrededor. Todos sabemos que si uno pierde al otro año no tiene trabajo para dar porque no hay nada que construir, esa es la realidad. Al no haber una obra a realizar no habrá realizadores”. Enfatizó que existe “una especie de migración de trabajadores de una comparsa a otra con la excepción de los que ganan. Sino desfilás ¿para qué vas a tomar más gente? No se puede reciclar mucho porque la temática y el nivel nos exige que hagamos todo nuevo”.
-¿Existe temor en las entidades por juicios laborales?
Ese es un tema que le va a cada club, por supuesto que estamos muy expuestos a los problemas laborales que pueden derivar en juicios. Pero no existe otra manera de realizar este evento.
Es imposible que se registre a tanta gente, sería bueno en el tiempo ver cómo se encuentra una manera más tranquilizadora para la dirigencia y a la vez también para la gente que trabaja. Hoy no tenemos esa solución.
- ¿Necesitan más apoyo por parte del municipio?
Creo que habría que ver en una charla en conjunto si logramos hacer cosas que mejoren lo que es la infraestructura del corsódromo y también conversar sobre la producción de las comparsas, lograr apoyos en algún porcentaje.
No significa con esto que la plata deba salir específicamente de la municipalidad. Ver una gestión que pueda hacer la municipalidad para avanzar sobre estos dos temas, más que nada sobre la infraestructura.
“Hay que ponerse en el lugar del espectador”
El director de la comparsa Kamarr, Adrián Butteri, fue por años un referente de la comparsa Marí-Marí pero, principalmente, es un incansable trabajador del espectáculo. Ha estado ligado durante 12 años a las plumas y lentejuelas, por lo cual es una palabra autorizada para opinar sobre el caso.
“Creo que la mejor forma de solucionar las cosas es ponerse en el lugar del espectador y lo que le pasa en el ingreso”, sintetizó brevemente sobre el tema en cuestión y brindó su visión como espectador: “el espectáculo empieza tarde pero también hay que preguntarse por qué la gente ingresa tarde, porque he visto que la mayoría de la gente ingresa una hora después”.
Al respecto opinó que “muchos le echan la culpa a la salida de la playa, al regreso a la ciudad, la verdad que habría que preguntarse por qué empieza tan tarde, además las promociones interfieren mucho, retrasan el ingreso del público e interfieren mucho, restándole al espectáculo”.
“Los intervalos publicitarios son muy largos, incluso le han metido condimentos de carnaval que no tendrían que estar porque es como que ya vas viendo lo mismo, es muy contaminante, creo que habría que buscarle otro lugar a la publicidad”, señaló el director de Kamarr.
Con respecto a la artística del espectáculo, Butteri indicó que “está muy bien” y repitió que como crítica principal se debería buscar una forma para que sea más dinámico, pero esto no debe confundirse con participativo porque “el espectáculo está hecho para todo el público, desde el que está en la primer fila hasta toda la tribuna, si hubiera interacción con la primer línea de sillas el que está en la última ubicación ve eso todo sucio y creo que no es justo, es como una obra teatral”.
Director de comparsa desde hace 10 años, Butteri señaló que el último carnaval sufrió la quita de una carroza. “Se le quiere buscar la vuelta para abaratar los costos pero para mí habría que buscar la forma de que venga más gente, no se debe perjudicar el producto, se debe tener convicción de lo que se tiene, es más, se debería evolucionar, no restar y creo que lo de la carroza a los músicos se notó mucho”, opinó.
“Con la inclusión del feriado de carnaval, otros carnavales han crecido y uno no debe subestimar al resto, creo que lo más importante que nosotros tenemos aparte del vestuario son las carrozas, es lo que nos identifica del resto y por ello hay que cuidarlo, creo que se tocó y mal porque se notó”, agregó.
Una de las falencias que Butteri viene notando desde hace tiempo tiene que ver con la falta de personal capacitado para trabajar en los talleres, “no hay preparación, no se capacita y siempre está la misma gente, incluso hay personas que se van a otros carnavales porque tienen mejores propuestas”.
Butteri ha sido tentado en reiteradas oportunidades para trabajar en la meca del carnaval, en Río de Janeiro, pero aseguró que se queda en Gualeguaychú porque le encanta lo que hace en su ciudad, “me gusta mi creación”.
Volviendo al Carnaval del País, el diseñador observó que en Gualeguaychú “hay un techo y no se ambiciona más”. Agregó que el espectáculo debe crecer y eso se debe notar año tras año, “creo que lo que se presenta es muy bueno, no hay en la Argentina otro producto así, por eso primero hay que tener convicción de lo que uno tiene y tratar de vender lo mejor, yo creo que no se vende bien el carnaval”.
“Los clubes tienen demasiado con generar el espectáculo y el municipio tendría que intervenir más en las instalaciones del corsódromo, esa es la parte más descuidada. El escenario no está acorde a lo que es el espectáculo, en todo sentido lo digo, desde la gastronomía, los sanitarios, la circulación en el corsódromo, las tribunas. Eso si que está estancado, es como que quedó en el tiempo y se nota bastante, entonces uno no puede ambicionar a que venga más público si uno no le da las instalaciones y las comodidades necesarias”, indicó.
Respecto a esto último, Butteri señaló a los accesos como una de las grandes falencias del corsódromo. “Si llueve un día antes, todos los caminos que no son de concreto, que son de tierra, se embarran y la gente queda empantanada, eso se gravísimo”. Además “buscaría espacios para la familia y para los grupos de jóvenes porque hay dos públicos bien seleccionados: la familia que no quiere estar con los grupos de adolescentes que se están divirtiendo de otra forma. Para mí tendrían que ofrecer distintos lugares en el corsódromo”, puntualizó.
“Todos deben involucrarse”
Otra persona histórica del carnaval es Marcela Faiad. Durante años fue una de las coordinadoras de la comparsa Kamarr, pero desde el año pasado por cuestiones personales, se desvinculó de la comparsa y brinda su opinión desde otra perspectiva.
En principio, expresó estar de acuerdo con la iniciativa de la Comisión del Carnaval de abrir el juego y escuchar las opiniones de diferentes sectores de la ciudad, “es el momento adecuado para que se empiece a trabajar con vistas a la próxima temporada, por ello todos tienen que opinar e involucrarse con la Comisión, que me parece que venía trabajando muy sola con toda la responsabilidad a cuestas de lo que significa este espectáculo que cuando nos conviene es de todos y cuando no nos conviene solamente es de la Comisión del Carnaval”.
“A este espectáculo lo hacen estos cinco clubes que son los que invierten y que arriesgan, una noche de carnaval se presenta fea o el mal tiempo amenaza y el turista ya está en Gualeguaychú, los únicos perjudicados son los clubes”, manifestó la secretaria del Centro Cultural Sirio Libanés.
A diferencia de lo que opinó Butteri, Faiad no cree que la Municipalidad brinde poca ayuda y recordó que el corsódromo fue construido por el gobierno, “ellos participan aportando el escenario y eso es muy importante”.
“Muchos se llenan la boca de que es la fiesta nacional del Carnaval y todas las fiesta nacionales - llámese “La Vendimia” u otras similares - están subsidiadas. Tal es así, por ejemplo, en este último año, la mayoría de los contratos de las comparsas salieron por fuera de la ciudad y las contrataban los municipios, eso da la pauta de que los gobiernos están revalorizando sus carnavales y nosotros apenas recibimos una pequeña ayuda del gobierno provincial o del primer feriado de carnaval que hubo, esta es una fiesta nacional que no tiene ningún subsidio destinado a fortalecer el espectáculo”.
Si coincidió con Butteri con que “no hay que desmejorar el espectáculo, no estoy de acuerdo con que se haya quitado una carroza en la última edición ni reducido la cantidad de integrantes, me parece que esa fue una salida de emergencia de la Comisión del Carnaval para llegar con los costos que son grandísimos”.
Es optimista con esta convocatoria donde si “se involucran los actores privados y se involucra más el Estado tenemos que fortalecer el espectáculo, creo que esa es la clave, hay que nivelar para arriba”.
“Todos podemos aportar algo, los hoteleros, los gastronómicos, la Municipalidad, el Gobierno Nacional, en un momento la Asociación de Hoteleros se encargó por ejemplo de costear todo lo que tenía que ver con el hospedaje de los jurados y eso ya es importante, porque son 10 noches donde vienen cinco jurados más sus acompañantes y si te ponés a ver en 10 noches es un número importante. El almuerzo, la cena de los jurados, la podrían hacer los gastronómicos, si les tocara una sola vez por un fin de semana en todo el verano a cada prestador que tiene un centro gastronómico no costaría nada y sería un gran aporte a la Comisión, porque directa o indirectamente el carnaval nos beneficia a todos”, aportó Faiad.
Respecto a la mano de obra calificada, esta mujer cree que “viene creciendo, cada vez tenemos mejores artistas, más profesionales, tenemos una materia prima que realmente me siento súper orgullosa de toda la gente que he visto trabajar en los talleres”
Pero advirtió que hay un tema preocupante y es que “se nos está yendo la mano de obra calificada a otros lugares, cuántos carnavales hay que se nutren de la mano de obra que nace en las comparsas de Gualeguaychú”.
Con respecto al espectáculo y la tarea de la Comisión de Carnaval, Faiad opinó que sería bueno que haya un gerenciamiento, “alguien que sea un gerente, que se dedique a eso y no directivos que en forma personal, dedican su tiempo cuando pueden y demasiado bien lo hacen porque, hoy por hoy, han posicionado el Carnaval de Gualeguaychú como el primer carnaval del país”.
“La Comisión tiene que entender que el Carnaval lo hacemos junto a los turistas”
El estilista e integrante del Carnaval, Saúl Fernández se refirió a algunas falencias estructurales y particulares que observa del espectáculo. En su salón donde atiende a decenas de mujeres y hombres por día, dialogó con elDía y aseguró que su relación laboral con las comparsas “es durante los meses de Carnaval; es un vínculo transitorio debido a que trabajo de manera autónoma”.
Al respecto, explicó que comienza su trabajo en el salón, hace la base del peinado, y una vez en la comparsa y ya maquillado, culmina con el peinado de la reina. “Al finalizar el carnaval, me pagan por mi trabajo”, manifestó Saúl.
En cuando a los problemas estructurales que observa en el Carnaval, Saúl opinó que “hay tribunas que son un peligro, las que quedan de madera son un problema para los turistas y para la Comisión, porque quedan a la intemperie, al sol, bajo la lluvia y la madera se va resintiendo y esto se convierte en un problema en la seguridad de la gente porque no hay un mantenimiento de cuidado, no las pintan ni nada”.
Por otra parte, puntualizó en otras falencias que analiza como integrante de una comparsa. Aseguró que “particularmente no me gusta que el público pague una entrada bastante elevada para que no puedan sacarse una foto con el integrante”, y afirmó que “hay mucha gente que hace mucho esfuerzo durante el año y cuando llegan los meses de Carnaval la gente no puede ni acercarse, o cuando la policía los arrastra a quienes están en una actitud desubicada; creo que deberían sacar a esa gente por un costado de manera tranquila, porque si no ponen más violenta o irritable a la gente y a quienes estamos desfilando también nos afecta”.
Al respecto recordó que “en 2002, 2003 se armaron batallas campales que empezaron por este tipo de actitudes y después terminaron por largar perros que mordieron gente en pleno circuito, la policía montada en medio de la pasarela mientras desfilaba Marí Marí, realmente una situación espantosa”.
Baños, tribunas y previa
Con más de una década formando parte del espectáculo, Saúl es uno de los referentes del Carnaval. Asegura que “hay varios puntos que podemos mejorar por el integrante y por el público”.
“Mis amigos o familiares me han comentado, y yo mismo he visto la situación de los baños, porque sólo en la zona VIP hay baños de material y bien puestos. Los baños son una vergüenza; uno entra a orinar y sale descompuesto porque tenés que andar entre los charcos de orín y agua”, expresó el estilista.
Por otra parte, opinó que “el espectáculo es diferente según el lugar donde te ubiques; si estás en el VIP lo vas a disfrutar y divertirte, pero si estás en una tribuna alejado tal vez no llegues a apreciar las cosas de la misma manera porque además en esas partes de la pasarela nadie hace ningún show”.
Además, resaltó la necesidad de “respetar los horarios y ser un poco más organizados en ese sentido. Hay gente que ingresa a las 19 o 20 y el espectáculo no empieza hasta las 12 de la noche, o una de la mañana”.
Sugerencia a la Comisión del Carnaval
El estilista e integrante emitió una sugerencia a los integrantes de la Comisión Central del Carnaval, con el objetivo de mejorar ciertos aspectos del espectáculo: “que arreglen los baños y las tribunas; que respeten al integrante porque nosotros somos lo que ponemos el cuerpo para llevar los trajes y ellos son los que se llevan el dinero. Yo sólo cobro por mi trabajo, que es peinar a una sola persona, pero por mi participación en el Carnaval, no cobro un peso. Pedimos que se respeten los horarios porque muchas veces vamos muy temprano al club y terminamos saliendo muy tarde y todos tenemos derecho a ser vistos. Ha pasado en reiteradas oportunidades que las dos primeras comparsas tienen público, y la tercera pasa tan tarde que muchas personas se retiraron por el cansancio y por la molestia de estar esperando”.
Finalmente, Saúl pidió que se “respete la intimidad de la previa porque vemos que muchas personas que no tienen nada que ver con las comparsas se meten y molestan al integrante”.
En este sentido resaltó que “no entiendo si alguien los deja entrar o qué es lo que pasa con esta situación que es muy irregular”.
Por otra parte, opinó que “hay que entender que el carnaval no lo hacemos nosotros sino también el turismo”.
FRASE: “Los baños son una vergüenza; uno entra a orinar y sale descompuesto porque tenés que andar entre los charcos de orín y agua”. Saúl Fernández.
Martín Ayala: “El Carnaval se debiera gerenciar”
El artista visual, productor y director teatral, Martín Ayala, no estará al frente de ninguna comparsa en la próxima edición del Carnaval del País. Si bien negoció hasta hace pocos días con la dirigencia de Central Entrerriano para hacerse cargo de Marí Marí, por diferentes motivos decidió no involucrarse.
Dirigió cuatro comparsas, entre ellas la del club rojinegro (1999-2000), a Papelitos (2001 a 2003 y 2006 a 2007) y a O’ Bahía (2008 a 2010). Y en 2011 volvió a la pasarela del corsódromo como integrante de Marí Marí, comparsa en la que inició en 1991 su relación con el Carnaval del País como asistente de José Luis Gestro.
También asistió a Mario Martínez y realizó diferentes tareas en carrozas, espaldares, tocados y vestuario en general en Marí Marí y O’ Bahía.
Por su experiencia, Ayala ha visto de cerca el crecimiento del espectáculo. Ha vivido la transformación que significó para el Carnaval la inauguración del Corsódromo en el año 1997 y el lógico cambio de las comparsas, que tuvieron un salto cuanti y cualitativo.
Y como carnavalero de alma, aseguró que la máxima fiesta de la ciudad es “un espectáculo artístico fantástico, de una calidad sorprendente”, pero en cuanto a la organización “hay déficit, no se respetan los tiempo estipulados, se especula con la venta de entradas, la salida de las comparsas y hasta con el clima”.
En cuanto a la organización, Ayala considera acertado que la comisión abra el juego “y permita las críticas y opiniones de la sociedad”. Pero, destacó que “sería bueno sistematizar las propuestas y realizar un plan de desarrollo a corto, mediano y largo plazo”.
Por otra parte, se mostró seguro que “es el momento ideal” para “volver a las fuentes, porque fueron los vecinos y las entidades intermedias las que apoyaron el espectáculo y trabajaron durante años en forma gratuita y desinteresada”.
“No hay que olvidar los orígenes, los clubes no fueron los únicos que hicieron al espectáculo el mejor del país”, sentenció y agregó que “se deberían sentar todas las partes involucradas en la realización de las comparsas y el espectáculo para consensuar aspectos artísticos, de promoción y organización en general”.
“Hora de cambiar”
Al ser consultado sobre el trabajo de la Comisión del Carnaval, el ex director de Marí Marí, Papelitos y O’ Bahía destacó que “los dirigentes han hecho todo lo que ha estado a su alcance, pero es hora de cambiar y mejorar algunos aspectos”.
Propuso darle “una razón social a la Comisión de Carnaval que hoy como institución no existe, tener oficinas permanentes con empleados capacitados para dar información, aportar a la organización del evento”. Y en ese sentido aseguró que “se debería gerenciar el espectáculo, porque en Gualeguaychú hay muchas personas que podrían formar equipos de trabajo para mejorar la gestión del evento”.
Por otra parte, Martín Ayala calificó como “pobre y escasa, de muy mala calidad” a la promoción del espectáculo, y cuestionó que se la deje “en manos de productoras foráneas que desconocen el Carnaval y por lo tanto no saben qué mostrar y cómo, y desvirtúan la esencia del evento”.
Consideró además que debería hacerse “por convocatoria amplia ya que los clubes son entidades públicas que deben dar cuenta a la sociedad y a sus socios de cómo manejan el espectáculo, la organización, la promoción y los contratos”.
“Hay que mejorar la promoción y la imagen porque es de pésima calidad, mejorar afiches, lugares de presentación, invertir más en publicidad y definir públicos”, sentenció el artista, productor y director teatral.
En ese sentido, puntualizó que el Carnaval “debería tener más afluencia de público, para lo cual hay que mejorar la promoción, tener en claro a qué sectores se apunta y reorganizar espacios y fechas”.
Agregó además que el espectáculo “es muy largo y los espectadores van especulando con su venida” y remarcó que el mes de enero “esta de mas en el calendario y teniendo en cuenta el feriado de carnaval se debería concentrar mas los días”. También, señaló que se deberían saber las fechas de las próximas ediciones porque “eso es planificación estratégica”. “Que el público mayoritario que viene a Gualeguaychú pueda planificar sus vacaciones con anterioridad, definiendo en junio o julio sus vacaciones de verano, y siempre el carnaval se promociona como muy temprano a fines de noviembre y eso no sirve”, precisó.
Defensa de los trabajadores
Asimismo, Ayala cuestionó a los clubes porque aseguró que “no se preocupan por sus trabajadores, sobre todo en los meses que las comparsas no trabajan y el 99% está en negro y cobra sueldos pobres para las tareas que realizan”.
“No se valora al trabajador en su totalidad”, dijo y apuntó que muchas personas se desempeñan “en condiciones insalubres, como muy poca higiene, sin los implementos necesarios sobre todo cuando se manipulan materiales tóxicos como pegamentos o pinturas”.
“Los trabajadores del carnaval están fuera de toda legalidad y carecen de los beneficios propios de cualquier trabajador en la República Argentina”, afirmó.
Un Carnaval con dos categorías
En otro orden de cosas, Martín Ayala dijo que deberían participar cuatro comparsas por edición y propuso realizar “una categoría B, como en fútbol, para permitir que otras instituciones presenten comparsas”.
“Es de público conocimiento que hay entidades deportivas que hace un tiempo vienen bregando por participar y se les niega ese derecho”, remarcó y agregó que “no se debe olvidar que muchas de ellas dieron origen a la comisión e hicieron sus aportes al espectáculo”.
En cuanto a la diagramación del espectáculo con dos categorías, explicó que “la que sale ganadora asciende, la que pierde en la categoría A desciende y participa en la B, lo que permitiría más fuentes de trabajo y que los talleres no se dispersen, ya que los clubes pierden trabajadores y dinero ya que en cada comparsa deben capacitar nuevas personas”. Además, “la ciudad se vería beneficiada con un evento turístico más”.
Fuente: Diario el Día de Gualeguaychu.
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domingo, 29 de abril de 2012
Tribunas, baños, costos y situación de los trabajadores en pleno debate de Carnaval
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