En la primer noche del Carnaval del País no se contó en el Corsódromo con el servicio de Bomberos. Un riesgo tan innecesario como temerario, dado que con la máxima fiesta de verano a cielo abierto no se puede dejar la seguridad librada al azar.
El sábado pasado, el servicio de Bomberos no pudo estar presente en el Corsódromo porque la Comisión del Carnaval y los servidores públicos no se pusieron de acuerdo en materia de remuneración. De todos modos, 28 mil espectadores y 750 integrantes de comparsas estuvieron en riesgo e incluso se puso en riesgo a la mayor convocatoria de verano que tiene el litoral argentino.
Por parte de la Municipalidad, el jefe de Gabinete y Gobierno, Germán Grané, reconoció la gravedad de la situación y dijo que “siempre se nos informó que el servicio de Bomberos iba a estar presente como todos los años. Minutos antes de cortar la cinta, desde la Comisión del Carnaval se sinceran y nos dicen, ya con todo el público ingresado a las tribunas y demás sectores, que no habían llegado a un acuerdo con los Bomberos”.
Grané sostuvo que rápidamente y en cuestión de minutos, se tuvo que improvisar un Plan B, que estuvo diseñado por Defensa Civil de la Municipalidad, y aclaró “que esa tarea no nos corresponde, pero la asumimos con tal de no debilitar al Carnaval”.
“Por suerte y por las precauciones que adoptamos no sucedió nada de nada. Pero para la segunda noche –por este sábado- exigiremos que sí o sí ese servicio sea cubierto por personal de Bomberos, que son los profesionales adecuados para cubrir cualquier contingencia”, aseguró.
En diálogo con EL ARGENTINO, el presidente de la Comisión del Carnaval, José El Kozah reconoció la falencia y aseguró que “para este sábado sí o sí estarán los Bomberos. Ojalá que sean los del cuartel de Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú, pero de no ser, vendrán de otras localidades contratados para cubrir ese servicio”.
La seguridad en el Corsódromo, donde asisten miles y miles de personas, requiere de aceitados sistemas vinculados con la policías y los inspectores de Tránsito, los médicos y enfermeros, los operadores de monitores y cámaras, los de controles internos, y los Bomberos.
No sólo se trata de que las carrozas están construidas con materiales ígneos muy sensibles y de fácil propagación, sino también porque los Bomberos brindan un servicio de rescate en altura que es de vital importancia.
Ocurrió en la segunda noche de los Carnavales del año pasado, cuando el 9 de enero, desde la comparsa Kamarr, la primera en abrir esa noche el Corsódromo, advirtió que en la carrozas de los músicos se había descompuesto una joven bailarina. El rescate en altura lo tuvieron que hacer los Bomberos y el hecho ocurrió veinte minutos pasada la medianoche.
Por eso una fiesta de esta envergadura no puede quedar librada al azar en materia de seguridad, porque ello implica poner en riesgo nada menos que el mayor atractivo de la temporada de verano y fundamentalmente poner en riesgo a miles y miles de vidas humanas.
Para este sábado estaría todo solucionado: se contará con los servicios de los Bomberos o no habrá espectáculo. Esta vez no deben prevalecer los malos entendidos.
FUENTE DIARIO EL ARGENTINO DE GUALEGUAYCHU
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