miércoles, 4 de mayo de 2011

ASI NACIA MARI-MARI


MARÍ-MARI,(Significa: Buen día, en mapuche). El Club Central Entrerriano era una de las instituciones que integraban la nueva comisión de corsos que se había fundado en 1978. Pero no tenía mayores antecedentes en materia de espectáculo de carnaval, salvo una Scola do Samba que había presentado en 1972 dirigida por Osvaldo Rey. El delegado de Central Entrerriano ante la Comisión de corsos era el joven José María Bértora, Morochito, hijo del Dr. José María Bértora, quien durante tres décadas había ocupado en forma casi permanente la Presidencia del Club y por cuya gestión se compraron los primeros inmuebles con los que se hizo la actual sede además del gimnasio que lleva su nombre. Morochito Bértora era quien más insistía en que el Club presentara algún espectáculo para carnaval, porque de ese modo se aseguraba una mejor participación en las ganancias. Fue así como en el año 1979 Central Entrerriano presentó una carroza muy bien realizada, en la que tuvo mucho que ver el trabajo de la Sra. Nélida Bermúdez de Irigoyen, Nelita. En la carroza de 1979 iba la Reina de Central, Srta. María Elena Schaaf, que si bien no fue consagrada reina del carnaval de ese año, su carroza como tal, ganó el primer premio en su categoría. Por aquella época un grupo de matrimonios del Club Central, había viajado a Concepción del Uruguay para ver desfilar una de las grandes comparsas de Corrientes (Por entonces la ciudad de Corrientes era considerada Capital del Carnaval del País).
Entre otros, habían viajado el Dr. Eduardo Baretich, que era presidente del Club, Pibe y Gladys Aleu, Nelita y Betucho Irigoyen. En esa ocasión, Nelita le dijo a Baretich, un poco en serio y un poco en broma, luego de ver pasar la gran comparsa: “cuando quieran hacer una comparsa como ésta, avísenme...” Al año siguiente Baretich se presentó en su casa recordándole la promesa. Pero como no había tiempo suficiente (una comparsa lleva varios meses de trabajo) resolvieron no presentar nada en 1980 pero sí en cambio, ponerse a trabajar para 1981. Casi todo el trabajo de la comparsa se realizó en la propia casa de Nelita Bermúdez y su marido Betucho Irigoyen, que era muy amplia y estaba a una cuadra del Club en calle Méndez esquina Chacabuco. Al nombre de la comparsa, Nelita lo extrajo de un libro de leyendas indígenas. Marí Mari significa Buen día o el amanecer. Por eso, desde sus comienzos se lo representa con un gallo, el sol naciente o bien con ambas cosas. Una de las claves del éxito de Marí Marí, aparte del esplendor de sus trajes y la belleza de sus pasistas, fue la canción. La música la escogieron de una colección de sambas brasileños que había traído el Dr. Giovanni de Domini, que había vivido en Brasil. La letra fue escrita por Jorge Chávez que junto con toda su familia fue uno de los que más trabajaron para la comparsa. La cantaba Dito Olcese con una orquesta que dirigía Jorge Reynoso y fue tal éxito la canción, que en pocos días la cantaba todo Gualeguaychú no sólo en el corso sino en todos los barrios de la ciudad. Su estribillo más conocido y recordado era: canta canta linda gente, que la alegría está aquí, el carnaval ha llegado, lo trajo ahora Marí Marí.
Otras de las claves del éxito de Marí Marí consistió en ser la primera comparsa que introdujo, al igual que las de Brasil, un tema samba o samba enredo, tanto en la música como en el baile. Hasta entonces, las comparsas locales tenían en su batucada un ritmo parecido al de las marchas militares. Pero Marí Marí introdujo el ritmo de samba. Y con él, innovaron en el baile y la coreografía. Para ello y como parte de la preparación habían hecho varios viajes, primero a Corrientes y luego al Brasil, donde vieron y escucharon las escolas y sus baterías. Y trajeron la novedad a Gualeguaychú, introduciendo por primera vez las ahora célebre paradas de batucada con cambios de ritmo, solos de casetas, etc. que cautivaron al público acostumbrado hasta entonces a otra cosa. También en esos viajes vieron cómo se bailaba el samba y algunas pasistas de la futura comparsa, viajaron especialmente para aprender esos pasos y luego enseñarlos a sus compañeras. Tal el caso de Yolita Bermúdez, sobrina de Nelita.
La carroza era de gran tamaño, toda de color blanco y en ella estaban representados tres elementos, el sol, el gallo y la naturaleza: eran los símbolos de Marí Marí. Su construcción la dirigió la arquitecta Marta de Casas, sobre una idea de Nelita Bermúdez y se realizó en el galpón de Mendaro, en Del Valle y Alem. La Reina de Marí Marí era Gabriela Barcia. La irrupción de esta comparsa con sus fabulosos trajes en los que abundaban las plumas, piedras y lentejuelas de gran calidad de confección, más las innovaciones en el ritmo musical y pasos de baile y sobre todo el éxito contagioso de su canción, hicieron que debutara ganado. Esto se ha repetido muchos años, al punto de ser la comparsa que más primeros premios ha obtenido en el carnaval de Gualeguaychú. Sus éxitos más resonantes de los primeros años fueron la realización de temas como Leyenda de la Victoria Regia, Aída (aunque no ganó) Flash Gordon, Nelita (en su homenaje) Combustible para la Ilusión, Afrú Zambó, etc. Durante quince años fue dirigida por José Luis Gestro quien le hizo ganar la mayor cantidad de primeros premios (12) y cuya temprana muerte enlutó al carnaval de Gualeguaychú.

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